Azul Monet, Joven bella y humana , tan igual a las tantas mujeres que le rodean en el mundo humano, pero tan diferente en el distante mundo lobuno. A sus dieciséis años decide que es hora de independizarse, toma una pequeña mochila-cuya funcionalidad es dudosa- junta el dinero reunido durantes sus dos años de trabajo, y parte con un rumbo desconocido, sin planes, sin nadie que le haga compañía; Hasta que aparece èl, Kian Megret, Joven apuesto y alpha de la manada Bright Moon, que después de verla, se declara su eterno enamorado.
Una historia donde el amor, la posesión, el odio y la libertad sucumben entre las almas, desencadenando un destino incierto para los dos jóvenes y la manada.
-No te vallas aùn- le suplico
El se voltea de nuevo, como si le doliera dejarme.
-Lo siento Azul, debo partir.
-Espera, aun no- le detengo- Bèsame, amor.
Te invito a leerla, tal vez, mientras lo haces, encontrarás a tu mate.
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16/11/2015
En el silencio latente de la manada, donde el poder fluye con la misma intensidad que los secretos guardados, se teje una historia de deseos incontrolables y destinos entrelazados. Desde el momento en que sus caminos se cruzaron, su conexión fue innegable, pero las circunstancias los obligaron a ocultarla bajo la sombra de la familia.
Él siempre lo supo. Desde el primer latido, desde el primer roce, ella es su pareja destinada, la única que puede despertar su corazón dormido en su interior. Crecer a su lado, verla florecer bajo su protección, mientras mantenía el secreto que le quemaba en el alma, fue tanto una bendición como una maldición. Pero el tiempo de esperar ha terminado, y las líneas entre lo correcto y lo prohibido se desdibujan.
Ella, ajena a su verdadero destino, ha sido criada bajo la protección del alfa, sin saber que su cercanía ha avivado una pasión que ni el deber ni el peso de la corona podrán contener. Él la ha observado con paciencia, pero el deseo es una bestia salvaje que ha esperado demasiado. En cada roce, en cada mirada, el anhelo se vuelve más palpable, más abrasador.
Ahora, en el límite entre el control y el caos, ambos deben aceptar el lazo inquebrantable que los une, aunque el peligro y la pasión amenacen con consumirlos por completo.