Era junio, no recuerdo el día con exactitud, sin embargo desearía hacerlo. Hacía calor, como era de esperarse. Así que mis amigos y yo decidimos reunirnos a pasar el rato en la cabaña de mi familia. Supongo que ya sabes a que me refiero con pasar el rato, sin embargo, por si las dudas te lo aclararé; fue una combinación de alcohol, amigos y hormonas. Pero aun no pienses tan mal, somos personas “normales”, es decir, como amigos nunca antes habíamos pasado esa barrera, al menos no todos y menos con un juego.