Tengo un corazón que quiere escapar de su pecho y dejarme solo para siempre, una voz que ya no me acompaña como antes y transmite sus propias palabras, unas manos con ansias de recuperar lo que perdí, tengo un par pies que tan solo desean correr lo más rápido posible en busca de ella, tenía un pájaro azul en el pecho, pero ya no es mío, me lo prestaron una vez, tan solo una vez para que lo cuidará y jamás lo devolví, quise que fuese mío, quise adueñarme de él, pero que irresponsable fui, prometí cuidarlo y fallé, prometí no dejarlo escapar y yo mismo abrí su jaula para que volase realizando un acto de cobardía prácticamente, ya que no debes echar a volar a un pájaro que ha estado tanto tiempo en el cautiverio, porque no conoce la selva, no está preparado para emprender el vuelo solitario, sin compañía, quizá ya murió de soledad, quizá ya fue devorado por el hambre de la ciudad, quizá se adhirió a alguna bandada o quizá aprendió de mi y se volvió frío, calculador y ha de tener a algún hombre encerrado en su pecho, quizá el me encerró a mí.