Lo miré. Lo miré y sonreí. Él estaba solo, necesitaba tomar valentía para poder hablarle, y la tomé. Su voz gruesa, su sonrisa, su mirada. Para mí... él era perfecto, él era mi mundo, aunque él no lo supiera.
Pero yo para él, seguía siendo nada.
Me encantaba mirarle cada vez que podía, todos los días y a todas horas.
Lo único que no sabía era que lo extrañaría tanto, que después de todo, ya no le besaría, abrazaría, vería, sonreiría, y apreciaría. Porque después de ese tiempo, porque justo ahora yo no sabía lo que pasaría, y a pesar que... Aún no ah pasado ya extraño sentir su piel irradiando calor a mi cuerpo.
Justo ahora es el momento de empezar una historia...
Él es el único peligro presente cuando está cerca .
Ella es su tentación.
Él es un indiscutible error .
El señor de la oscuridad en Nueva York , el único que puede mostrarte que es el temor con tan solo una mirada .
Nadie nunca a logrado domar su corazón tan negro como la misma noche , él no tiene ningún tipo de remordimiento por nadie , no le importa nadie con tal de seguir en el poder .
Hasta que llega ella .
Que lo hace cambiar no tan solo de idea sino que lo hace mirar más allá de la lujuria .
Inicio de publicación 29_9_2024