Entré y al abrir la puerta mi mandíbula cayó al suelo al ver mi habitación hecha un desastre, condones llenos de un liquido blanco, paredes llenas de penes y un póster mío de bebé desnudo. - ¡BEVERLY! Una figura salió del armario dejándome ver su sonrisa de guasón. - ¿Que pasa Jacecito?.- Sonrió inocentemente. - Me las pagarás Beverly Brooks. Bromas, travesuras, golpes y.... ¿Corazones rotos? Averígualo tu mismo.