Tal vez Clara no fuera extremadamente hermosa como sus hermanas, pero ese cabello oscuro como la noche y rizado, y esos ojos cafés, que hipnotizaban, y esa figura tan delicada eran sificientes para tener a mas de uno sin dormir una noche entera, pero ella se mostraba tan indiferente con todos que muchos pensaban que se quedaria solterona pues a sus veinte años no se habia casado, y no es que no tuviera pretendientes, pero ella sentia que no habia llegado el indicado. Hasta que aparecio Javier, alto, blanco, con unos brazos que la levantarian tan fácilmente que temia perder los estribos, con un cabello cafe tan lacio y moldeable que se imaginaba pasando sus manos por el, pero al parecer a el no le llamaba la atencion ¿porque? No todo es lo que parece en esta vida