
Es increíble como una simple palabra puede arruinarlo todo.
Pero también es increíble como una promesa puede reparar un alma rota.
Yo no pensaba antes de hablar ni de actuar.
Ese fue mi gran fallo.
El fallo que arruinó mi vida... Y la de él.
Me arrepiento de haberlo hecho.
Me arrepiento de ser en lo que me he convertido.
Vincent Bishop-All Rights Reserved