-Camina lentamente, no mires atrás, concéntrate en tu objetivo y sobre todo di cada palabra de manera correcta y sin titubear, no preguntes nada mas de lo que se debe. Recuerda que no estas solo, somos un equipo y podemos con esto.- titubeaba, mientras se movía de un lado a otro por una habitación blanca, aquella persona cubierta con una camisa de presión; hablando y acompañada únicamente con la presencia que sus ojos podían ver.
Ellos iban por ella.
Quizá los hayas escuchado, quizá no. Pero una vez que te escojen, no puedes salir, sigue jugando y no te detengas, pon atención y no te muevas que esto apenas empieza.
Oye, oye, no puedes negarte. Ya has leído esto y ahora ellos te esperan, no fue coincidencia estabas destinado a llegar aquí, sigue los pasos y ten siempre en mente que ella llegará.
Ella siempre llegada y muchas veces, ella viene por partes.
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La historia se desarrolla lenta, no adelantes a crear conclusiones apresuradas, cada cosa se explicara en su momento
Piensa en esto: después de años construyendo una vida en un nuevo país, rodeado de amigos y familia, todo parece estar en su lugar. Nada parece lo suficientemente poderoso para derrumbar lo que has logrado. Siempre escuché la frase "Todo puede cambiar en un instante", pero nunca creí que realmente importara. Ahora, ese instante llegó, y el mundo que conocías ha desaparecido para siempre.
Cada día te despiertas con la misma pregunta: ¿pudiste haber evitado el dolor y la desesperación de los que te rodean? Y si todo se redujera a ti, si tu vida fuera el precio para salvar a unos pocos, ¿lo pagarías? Sabes que tu sacrificio no cambiará el destino del mundo, pero podría ser la única esperanza de alguien más.
¿Podrías cargar con el peso de morir para darles una oportunidad? Hiciste una promesa, y aunque el camino sea letal, sabes que la cumplirás, cueste lo que cueste. Porque al final, ¿qué otra opción queda cuando todo lo demás se ha perdido?