Con la luna en sus pupilas

Siempre se ha dicho que lo evidente no necesita explicación, pero ¿cómo unas pupilas han podido encerrar la luna hasta hacerla su prisionera?

He caído en cuenta que sus ojos son agujeros negros que engullen todo lo que su vista alcanza, que puede penetrar el alma y sin manos tocar las fibras que yacen llenas de polvo en los laberintos y calabozos escondido dentro de cada cuerpo. : Estoy convencido de que existe vida más allá de su mirada, veo constelaciones completas en formación con cada vistazo, capaz de hacerme entender el infinito reducido en sus pupilas que ya no solo han atrapado la luna con su hechizo, yo también formo parte de la colección de cosas embrujadas.

Serena y distante, nocturna y callada, misteriosa y mágica como solo ella sabe ser.

Su silencio dice tantas cosas, que no da oportunidad a la intriga de formular preguntas, y torturarme así con la incertidumbre de no saber que pasa más allá de su esencia taciturna.