CANCIONERO SENTIMENTAL

CANCIONERO SENTIMENTAL

En medio del invierno, el dulce murmurar de este ruido me desconcertaba y no sabía a ciencia cierta dónde me encontraba, si en el reino de la sabiduría o dentro del silencio lúgubre de los renglones. Vi mi alegría oscurecer en negra noche en esta claridad tuya, en ese instante perdí mi compañía y desanduve el camino que me había traído hasta allí. El sol subido en la mitad del cielo suspendido entre hilachas blancas entre retales de azul.
En el blanco mutismo solo se escuchaba un susurro de agua, la luz se muestra, el mar se esconde; en la furia del desconcierto, las musas lastimadas y confusas mueven los hilos desde las alturas, hacen alusión a la muerte, esa desgraciada suerte, con tanto sentimiento que no puedo sino dejarme llevar.
El ingenio me basta para escribirte, la culpa la tuvo el destino. Este reciente desconsuelo eleva mi espíritu en las horas que el día muere entre lamentos rojizos y malvas, estoy necesitado de su dolor, y poner fin a las querellas de mis fantasías en el mismo segundo que el albor traspasa el horizonte y surge de las tinieblas el cuchillito de plata que asesina mi ego y clarea las fuliginosas aguas en un baño de azogue.
La pasión que despertó esta conmoción amorosa, vivida como una experiencia dolorosa, acepto resignado, y también esta evolución formal de la inspiración transmutada en objetos dignos de Virgilio, que en nada se corresponden con mi filiación de barro común. Esta expresión dolorida del sentimiento agoniza en gran autenticidad alcanzando la naturaleza configurada en la plenitud agreste y el idealismo entre las convenciones y la soledad. Contrasta la mitología, a la hora de enjuiciar acciones y comportamientos.

RLL
Continuará...