Hace un poco más de de tres años y medio viví uno de los momentos más hermosos, pero también uno de los más cortos y tristes. Bueno empecemos por el principio Sebastian (un muchacho alegre, guapo, de 1.74 y muy carismático) el un muchacho del barrio, el que siempre salía a divertirse con sus amigos, le encantaba le encantaba viajar conocer lugares donde él pueda hacer largas caminatas y mucho ejercicio, estar en medio de la naturaleza disfrutar mucho tiempo solo, respirando el aire más limpio, librarse de la monotonía de la ciudad y alejarse del ruido de la ciudad. Le gustaba acampar ver las estrellas por la noche y que más me gustaba ir a mirar hacia el cinturón de orión, qué son las tres estrellas más hermosas de todo el cielo, ni en su vida no pensó poder encontrar a otra persona qué le encanta mirar esa formación natural en el negro y enorme universo muy hermosa y algo muy curioso sucedería después.