Esos momentos en mi habitación, llorando en silencio,me sentía vacía, fragil, rota, estaba destruída, cerraba mis ojos, con la tijera en la mano, miraba mis muñecas, no parecía mala idea, así continuamente, hasta que un día, él, empezo a adueñarse de mi mente, de mi cabeza, haciendo que secara mis lágrimas y sonriera, pero el no podía saber que con una única palabra podría cambiar eso, hacerme volver y por fin trazar esas líneas en mi piel, ayúdame, me ayudas o me dejas volver, ¿que decides?
Una chica, una historia horrorosa por contar, ¿te apuntas?