-Y no sabía a lo que me enfrentaba; lo único que sabía era que se había vuelto una intriga o algo que me hacía volver, a sentirme con vida, (y no como mi saga favorita de vampiros, esto iba más allá).
Descubrí que el amor no es aquel típico romance de color rosa, que después de crecer cometerías menos errores, que el tener la mayoría de edad te daría más privilegios, y parecía que no todo resultaba como se espera, y que cada decepción te hace mejor de alguna manera, pero sobre todo que no es el mundo el que está de cabeza si no los seres que habitan en ella.
Vivir como lo quieres soñar y transformar, no como otros quieran que la transformen!
Así soy yo, y no me retracto de querer ser lo que quiero. Mi nombre es Vanessa Linskwyl de 17 años.