Le temo a la oscuridad. Le temo a mi cuerpo. Le temo a mis pensamientos. Le temo a mis acciones. Me tengo miedo. Y es entonces cuando la soledad me abriga, mi incondicional compañera, mi fiel amiga, tan silenciosa y compasiva. Al menos ella no me teme. Al menos ella si se quedara conmigo; por siempre. -Yaiza.All Rights Reserved