Sunhee sabía que el juego que llevaba con su amigo era demasiado peligroso... pero no lo podía evitar, resultaba adictivamente excitante, demasiado como para dejarlo pasar. Jun.k creía que tenía todo bajo su control, le gustaba tener una amiga de la cual siempre disponer para un poco de sexo... pero, ¿Qué pasará cuando su frío corazón comience a derretirse ante la calidez de su pequeña castaña ...?