A pesar que el tiempo transcurre sin ninguna intensión de parar o esperar, hay momentos en que simplemente quisieras devolverte. En el pasar de los días miro a mi alrededor y todo parece transcurrir bien, entonces comprendo que lo esencial es invisible a los ojos. Me siento como una pequeña casa vieja , llena de recuerdos llena de objetos que en su momento tenían vida y ahora reposan como si estuviesen en un museo nadie los puede tocar pero al parecer tampoco nadie los puede ver, el olvido se a hospedado en la pequeña casa vieja. Y entiendo que para escribirle al tiempo se necesita tiempo. El mundo y mi mundo, el mundo que me obliga a vivir con su manera de ver y ordenar las cosas, mi mundo que me acoge con los sueños e ilusiones dentro de mi alma. A pesar de todo lo que ha pasado pasa y a de pasar la gente parece ignorar todo lo que ocurre a su alrededor, el no darle importancia a algo no dejara que eso no sea importante, cuando salgo a la calle miro caminar a la gente como si nada ocurriese como si el tiempo no transcurriera, el mundo esta agonizando por la misma gente que camina por la calle. Yo también soy la culpable. Cuando miro al cielo no miro las estrellas ni la luna miro la oscuridad que se apodera del cielo, el viento parece querer hablar,de alguna forma me solloza al oído su dolor. Este espacio que me reconforta, que me tiene viva, que me mira y me da la fortaleza de seguir. Cuando la vida se me aya ido y el olvido me aya matado, el tiempo para mi ya no sera mas un problema.