Chloë Moretz tiene 17 años, un hermano pequeño de 6, un padre y una madre músicos. Chlo tiene el don de tocar el chelo y el piano. Y sí a ella la admiten en Juilliard, deberá dejarlo todo ya que queda en Nueva York. Deberá dejar a su familia, su ciudad, sus amigos y algo muy importante para ella. En un día perfectamente lindo que hay nieve y las escuelas sierra, su familia aprovecha para salir de excursión. Están todos charlando, escuchando música, etc. Pero en eso la paz se va. Un terrible choque deja a Chlo en una camilla de hospital. Mientras su cuerpo debate entre la vida y la muerte, queda rondando su alma por el hospital, queriendo sobrevivir. En pocas palabras, es como sí Chloe estuviera viva, porque ella escucha y ve todo pero resulta que es como un fantasma un alma que nadie ve.