Ella no lo imagino, ella no lo deseo, sin embargo ahí estaba.
Quería irse, quería escapar, quería correr, quería olvidar. Sometida, desnudo sus sentidos por una sola cosa "trabajo" involucrándose a sí misma sentimentalmente, con aquel delincuente, aquel asesino, aquel sangre fría y despiadado, Facundo Gambandè.
Ya no quería irse, ya no quería escapar, no quería olvidar, quería recordar. Quería quedarse con él, aunque su vida dependiera de ello. Dispuesta a darlo todo. Dispuesta a quedar Atrapada para siempre.