La música estaba por todos lados y sentía su cabeza palpitar por el dolor. Pero él seguía ahí, disfrutando de el viernes por la noche como todo buen hombre travestido-no gay-lo puede hacer. Hasta que claro siente a alguien pegarse a su espalda, pasándole una mano por el muslo hasta lograr subir su diminuto vestido. Y el caos se desata. O En donde Stiles es la carnada de un vampiro y para ello se tiene que vestir como una chica.