Yo creía que eso era lo correcto... Decidí atarme con cadenas en esta cárcel. Decidí huir de ti, te abandone como un cobarde... Mis ojos rotos ya no podían soportar tu luz y termine lastimándote... Mis mentiras eran largas, yo fui quien disparó... Llevándome a este triste y solitario final. ¿Cómo dejo ir algo que nunca merecí? Al querer cerrar los ojos y terminar con este infierno, me asalta el recuerdo de tus labios dibujando una fina sonrisa. tu esencia tatuada por la eternidad en mis párpados. Es solitario decir adiós con una sonrisa y conteniendo el llanto, desde el fondo de tu corazón recuerda nuestros mejores momentos, no pude hacer nada para evitar mi partida, pero por favor... No me olvides...