Dos mejores amigos enamorados. Luchando
consigo mismo para no decir o aparentar lo que
siente. Ella adora su sonrisa, su ternura, la forma
en que la protege, sus sueños, sus risas y enojos.
El adora su dulce mirada, sus pequeños cabellos
cayendo al entorno de su cintura, sus graciosos
momentos de diversión, sus manos, sus cálidos
abrazos. El silencio los obliga. Nadie hace nada. Y
el amor queda ahí, atrapado entre el uno con el
otro, con miedo a pasar de mejores amigos, a
desconocidos.