Marinette nunca ah sido una gran amante del invierno, pero una serie de eventos provocan en la chica un sentimiento mas profundo de lo que hubiese esperado en toda su vida, aun mas maravillada cuando su corazón saltaba de alegría al ver el paisaje nevado acompañado de unos ojos verdes que brillaban a la luz de las estrellas, aun si su corazón estaba confundido, el verde y el blanco parecían haberse vuelto su combinacion de colores favorita