Cuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en su dedo meñique. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. ****** ❀ Un amor verdadero espera lo imposible, sueña lo inalcanzable y se conforma con solo saber que la persona que ama esté bien y feliz, aunque no sea con uno mismo.
4 parts