"Hazlo, hazlo, Leo, enciende la cerilla y deja que su cuerpo arda, ¡Venga, hazlo! ¡HAZLO LEO, TODOS QUEREMOS LO MISMO, ÉL SE RIÓ DE TI, VAMOS!" Pasé la cerilla por el lateral de la caja y arrojé esta al hombre que suplicaba empapado de gasolina que no lo matase, que se iba a casar. Él ardió, sus gritos me liberaron y la culpa jamás se estacionó en mi mente. Acompaña a Leonardo, un joven que es metido en un manicomio a causa de sus fuertes transtornos. Una historia de misterio, amor y traición te espera para que la abras. ¿Eres suficiente valiente? Pues adelante. (Queda prohibida la copia de la historía sin mi permiso. Estoy abierto a traducciones).