En los ojos de Eva Garibaldi están vivas las cenizas de un imperio frustrado en su apogeo, de las llamas grandiosas que definieron la gloria. En los ojos de Eva Garibaldi, de iris cenicientos, gélidos y autoritarios por herencia, residen también las cenizas de esperanza de los que huyen, de los sin nombre y de la tinta de sus brazos.
Ella, claro, no sabe nada. Lo único que sabe es que lleva más tiempo del que puede recordar en un orfanato cuyos visitantes no han sabido apreciar la magia de sus ojos, pues ella es la mayor, la única niña de más de ocho años que no ha sido adoptada.
Don, su profesor y tutor, es su único apoyo. Eva confía plenamente en él, y por eso acepta dócilmente sus instrucciones cuando le indica que es una bruja y que, muy pronto, se matriculará en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Aunque, desde luego, no será una alumna común: Eva será las cenizas de la justicia. Las cenizas de la llama que lo devorará todo.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.