Cuando lo has arriesgado todo, y lo has perdido, ¿Qué más puedes arriesgar? Si no te queda nada ni nadie, ¿Qué puedes perder? Nada, salvo a ti mismo. Todo tu ser, tus esperanzas, tus recuerdos, es lo único que puedes ofrecer. El ofrecerte a ti mismo, te destruye, si es que no lo estás ya. Después de lo ocurrido en la Estatua de la Libertad, Robert deberá hallar respuestas. La búsqueda lo llevará a recorrer su pasado, y a temerle a su incierto futuro. Cuando todo Nueva York parece estar en su búsqueda, deberá recurrir a dudosas amistades, y prepararse para lo peor. La corrupción y las mentiras serán los menores de sus problemas, mientras que un enemigo del pasado surge de donde creía que había acabado. ~Continuación de Diez días de Frustración ~