Me acerqué a él, a sus labios. Estos días había extrañado su bronceado, su cabello, su tono de voz. Lo extrañaba. Adam sonrió y me tomó de la cintura haciendo que quedara en el aire, dando vueltas y vueltas. Me bajó hacia él para que lo abrazara.
-Te amo, Emma.-susurró en mi oído.
Anne Sheridan tiene un novio infernal ¡Sí, es el demonio!
Y si sólo fuera eso, quizás sería más fácil, pero es además un idiota, que se sabe increíblemente tentador desde la primera mirada.