-Este tribunal la acusa de haber abusado de un menor de edad ¿cómo se declara? - preguntó la representante de la fiscalía. Sabía que era despiadada y lamentablemente la habían envenenado en su contra.
No podía ser juzgada.
- ¡Soy inocente, yo no he violado a nadie! - gritó. Todos los ojos de la corte puestos en ella; en especial, los de él. Aquellas órbitas verdes que ya no tenían la ternura que una vez la atrajo; ella se la había arrebatado.
- Pues las pruebas demuestran lo contrario,-agregó, paseándose por la sala haciendo resonar sus tacones-¿Tuvo usted o no relaciones sexuales con el menor Cleveland, señorita Gold?
Bajó la mirada, no tenía escapatoria y estaba bajo juramento.
- Sí -respondió. La sala se llenó de jadeos horrorizados; los jurados anotaron algo en una libreta-Pero las cosas no pasaron como ustedes lo suponen, es una historia muy diferente.
La fiscal taconeó sobre el piso de madera de la corte; ahora con más intensidad. La vista del juez se hallaba ahora sobre ella.
- Pues cuentenos su versión; tenemos toda la mañana para escucharla.
Obra registrada en Safe Creative: 1602086471621.
No se permite adaptación.
OJO: Se pueden encontrar varias similitudes con la serie "Relaciones Peligrosas " evítese comentar lo obvio y lea la historia completa; gracias.