"Mi cabeza siempre discuté conmigo misma." "No es mi culpa, estoy enferma." "No quiero ser vulnerable, no quiero una protección, pero hay una sola persona que me hace cambiar de idea. Siempre lo hizo." Jessica Edwards sufre de un grave trastorno maníaco-depresivo desde la muerte de su padre, cuando ella tenía cuatro años de edad. Desde entonces, y luego de ser maltratada por su propia familia, ha perdido la confianza en todas las personas y le cuesta muchísimo relacionarse. Hasta que llega a su nuevo empleo, donde un estricto, seguro y sexy jefe la provoca, la tienta y le ofrece un futuro en donde ella está a salvo, pero Jessica no puede aceptarlo. No quiere arriesgarse por ello, pero aprenderá que sin riesgos no hay recompenza. Y que él es todo lo que necesita, a pesar de las cosas locas en su cabeza.