Me desperté en una habitación oscura y fria, apenas lograba ver mis propias manos, intente levantarme, en vano, tenía una sensación de pesadez, como si no llegará la sangre a mis extremidades, volví a intentar levantarme,esta vez, apoyandome en lo que parecia ser una pared de piedra, una vez de pie, comencé a moverme, palpando la pared en busca de una salida, pero, lo único que encontré fue una diminuta ventana, que apenas había espacio para lograr sacar mi mano por ella, agobiado por no saber donde estaba comencé a gritar, pero no paso nada. Me senté en el suelo, frío y húmedo, esperando una señal de vida, pero, otra vez, no paso nada.