Lo odiaba, lo odiaba y demasiado, sentía que me hacía la vida imposible y que aprovechaba cada circunstancia para vivir en mi mente, ocupando la gran mayoría del tiempo en ella, invadiéndola. El juego empezó por diversas circunstancias y situaciones que nos hicieron empezarlo, caí en sus redes, lo vi de diferente manera, conocí otro lado de él que no conocía, me enredé en el juego y cada vez se me hizo más difícil salir de él, no podía, necesitaba los besos necesitados, la pasión excitante que nos envolvía, su tacto, necesitaba todo de él. Sentí emociones que nunca me imaginé sentir, hice cosas que si me lo contaban en otra vida no hubiera creído porque yo no era así, él me convirtió en algo que ya no reconocía pero que al mismo tiempo no me molestaba, podía sonar masoquista o tal vez no, pero la realidad era que podía soportar todo lo que viniera de su parte, todo, hasta el hecho de dejar que me destruyera.
MINKEY.
No se permite su copia ni adaptación.
Las personas tienen una opinión errónea de lo que los demás si pueden o no hacer, dicen que las mujeres no pueden hacer el trabajo de los hombres y viceversa... pero están mal, ambos géneros podemos hacer el mismo trabajo.
Por ejemplo yo, entre a trabajar en una empresa enorme... una editorial para ser más exacto, no entre a trabajar para lo que me hubiera gustado, no, entre a trabajar para el secretario de una mujer...
Pero no se crean, no soy cualquier secretario que le sirve a los demás, no, soy sólo de ella, Su Secretario.
Novela completamente mia, con esta no acepto adaptaciones ni nada por el estilo...
Esta narrada solo por Edmund