El amor es jodidamente injusto y él se encargó de recordármelo cuando estaba a punto de olvidarme de ello. Y de una manera masoquista sé que separarme de él no es una opción viable, confío en que piensa lo mismo. Quizá esa es la razón por la que ahora estamos dentro de este doloroso círculo vicioso que lo único que hace es llevarme al mismo lugar sin parar. No estamos aquí para que te arrepientas de nada, es tú vida y son tus decisiones, hasta yo soy una de ellas- se puede decir que la peor-. Jamás debí enamorarme y tú no debiste sentir lo mismo tampoco. Ahora es claro que si algo pude aprender es que todo duele, el amor duele, el engaño duele y tu no ibas a ser la exepción. Tuve que recoger las piezas de mi misma para recomponerlas aunque no quiera hacerlo, por que cada uno de esos rotos y deformados pedazos que soy ahora todavía te pertenecen y lo harán siempre. La historia de cómo empezó mi vida sin él. O la historia de cómo terminamos siendo extraños con errores y recuerdos en común. - short story.