¿Cuantas veces nos ha ocurrido que cuando llega la noche hacemos una reflexión del día que hemos tenido? Pensamos en las cosas que nos han dicho y las posibles respuestas que podríamos haber dado.
Toda descripción es importante, pero me he quedado sin ninguna... Por ahora solo me toca decir que no debemos tenerle miedo a nuestros pensamientos repentinos.