-Tardaría más yo en enamorarme de ti que tú de mí.- Dije acercándome a ella. Estábamos a pocos centímetros uno del otro. -¿Quieres apostar?- me contestó retándome. -Te apuesto veinte euros a que en dos semanas te tengo comiendo de la palma de mi mano.- -Acepto. Si te enamoras de mí en menos de dos semanas me das veinte euros y si es al revés, te los doy yo.- -Efectivamente.- Dije. -Genial, - se apartó para ofrecerme la mano. -¿Trato?- -Trato.- Apreté su mano. ----------------------- Historia finalizada. Posible segunda parte.