No me llevo bien con el mundo, forma parte de mi naturaleza.
Hace diez meses que todo se vino abajo, y ahora todo y todos me parecen estúpidos. Formamos parte de un juego sin fin en el que tenemos que representar un papel en la vida de alguien, hasta que llega el momento de volatilizarse.
Y ahora me tocará averiguar cómo seguir adelante sin tropezarme con el miedo, el tiempo y el amor.
Tendré que elegir el cambio que haga que me lleve bien con la sociedad. Y espero cambiar por mí misma, no porque alguien me lo imponga. Pero hay dos chicos con la palabra cambio en su frente.
¿Pelirrojo o moreno?