Ella y su padre eran los dos contra el mundo pero la suerte nunca sonríe a los condenados. Él perdió su imperio por su amor a los juegos de azar, lo perdió todo menos a su más grande amor, su princesa, su hija. A pesar de haber perdido su gigantesca pero para nada infinita fortuna, su amor obsesivo a los juegos lo orillo a seguir jugando como poseso llenándose de deudas y cuentas sin pagar, vendió acciones e hipoteco su propia casa donde su pequeña había nacido y crecido sin embargo ella lo defendió y lo perdono, a raíz de eso tuvieron que mudarse a un lugar para nada registrado en ningún mapa conocido. Aun siendo pobres y vivir al limite día tras día su padre no pudo soportar la tentación de lo prohibido y tuvo que elegir entre sus dos grandes amores. ¿Su hija o el juego? Y la respuesta fue más que obvia. Acepto jugar sin saber que se apostaría. Pensó que aquel ser le haría un préstamo para seguir enviciado de su enfermedad, pues no tenia nada de valor a excepción de su hija, su ancla, lo único que lo mantenía a flote no siendo merecedor de ella, su único bien, apostada y perdida. Ella Perdió todo lo que una vez conoció, casa, "amigos", dinero y lujos. Para conocer a un hombre que le arrebataría su libertad al lado (a lo poco a lo que se aferraba con ambas manos) su padre. Conoció a su verdugo, un hombre que le prometió todo y a la vez, nada. La llevó al cielo y luego la hizo descender al mismo infierno, para que ser quemada en las abrazadoras llamas de la lujuria, la locura, del deseo, de la pasión, de lo impropio... de la sed de sangre. Maltratada, ultrajada, desquiciada. Encerrada, marcada, violada ¿Podría ella mantener su palabra antes de lograr escapar? Vicio, fantasía y obsesión, eso y mucho más en: ♣¿Tuya? ¡Jamás! ******************************* Historia escrita y publicada el 11/12/2015. En estado de edición y re-publicación a partir del 8/01/2017.
54 parts