- Jamás creí lamentarme de mi niñez, más sin embargo, ahora lo hago -dije mirando al suelo. - Yo no lamento nada -él se acercó a mi y tomó mis manos entre las suyas- No me arrepiento de nada porque eres lo más importante para mí. Levanté mi cara y de un jalón brusco me solté de él. - Son palabras vacías, dichas por alguien vacío -respondí y dí la vuelta para comenzar a caminar. - Te Amo -me detuve en seco pero no volteé- Eso no es vacío y lo dice mi corazón. Y con esas palabras lo supe, él era el amor de mi vida. Él era El Playboy de mi vida.All Rights Reserved