"Varias horas más tarde, mientras todos dormían, una figura se desplazó por entre los Habitantes que descansaban tras un largo día de trabajo. Era Sam, que se movía de puntitas para no despertar a nadie. Su camisa, varios talles más grande de lo necesario, se ondulaba al son de la fresca briza nocturna. Con una toalla al hombro y una muda de ropa limpia bajo el brazo, se alejó de la zona de dormir y se encaminó hacia los baños, intentando acostumbrarse a la oscuridad. Sam odiaba tener que hacer eso, pero no tenía opción. Encendió la ducha en la oscuridad y procedió a bañarse. Porque ellos no sabían y no debían saber su secreto. No podían saberlo"All Rights Reserved
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