Siempre me pregunté si el destino era real o si es solo un invento de cuento de hadas. Cuando le preguntaba a mis padres o a sus amigos, me decían cosas raras y sin sentido, y luego reían, siempre bromeando. El día en que mi vida dio un vuelco total, pensé: ¿ y si el destino estuviera siempre incompleto? ¿Si fuera una especie de rompecabezas? ... Él me lo hubiera podido contestar, seguro que sí, tenía una respuesta para todo, pero lo perdí, yo hice que muriera...