Ellos quieren saber que sucedio, que sean sinceros, pero se ven incapaces de contarla historia que desesperadamente intentan olvidar, es demaciado doloroso. Es entonces cuando encuentran una solución que apesar se ser un acto de cobardia, desleal a su persona, incoherente e impensable, sigue siendo, según su parecer, la única manera de que ellos obtengan lo que buscan.
Enviarlos al pasado para poder leer que fue lo que en verdad sucedió, es totalmente una locura, pero el miedo y el dolor hacen en las personas algo indiscutiblemente horroroso, las cambia de tal manera que ni ellos mismos se reconocen, porque aunque no lo parezca y aparenten ser fuertes, estan demaciado rotos por dentro.
Y ya es hora de que sus hijos lo vean por si mismos.
Pero hay ocasiones en las que, aún sin saberlo, no recibimos lo que esperábamos sino lo que nuestro corazón anhela.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.