La vida se basa en el dolor. El dolor es bueno. Luego del dolor viene la magia. Si en esta vida nada te duele, no tiene sentido. Es porque no estás vivo.
Prácticamente vivimos para sufrir, buscando todo el tiempo una solución, una salida. Aunque no lo notemos, todo el tiempo, duele. Duele vivir.
Duele tanto, hasta reír. Que si tanto reímos, nos duele la panza. Que si tanto reímos, logramos que se caigan lágrimas. Que si tanto reímos, nos duele hasta la sonrisa. Nos duelen las muelas, duelen las quemaduras, duelen los golpes, las caídas en bicicleta, duelen las ampollas en los pies, duelen las piernas de tanto caminar o correr, duele la espalda, el cuello si dormimos en una mala posición, la panza si comimos demás o si no comimos nada, la garganta si gritamos demasiado fuerte, la cabeza si estuvimos debajo del sol por un tiempo prolongado, los dedos si nos mordemos las uñas, las rodillas, los hombros, los oídos.
Pero además de lo físico, también duelen las mentiras, la traición, el engaño, la culpa, el arrepentimiento, la ignorancia.
Es que si no hay dolor, no hay recompensa. Día a día luchamos por esa recompensa. ¿Pero cuál es? Cuanto más duela vivir, más placentero será el triunfo.
Buscamos todo el tiempo esa recompensa, y para encontrarla debemos soportar el dolor, atravesarlo con fuerza, porque cada día el dolor se hace más grande.
No hay persona a la que no le duela nada. Si nada le duele, no siente. Y si no siente, no vive.
Todo el tiempo convivimos con el dolor. Y eso es bueno, porque cuanto más duela, más cerca estaremos de aquello que queremos lograr. Porque nada se logra sin sacrificio. Las piedras en el camino no son malas, sirven para hacernos dar cuenta de cuán importante es el esfuerzo que se debe hacer para lograr llegar a lo propuesto.
¡SINOPSIS!
Lo más real de la existencia humana es que todos en algún momento, reímos, lloramos, gritamos, sufrimos y somos felices, de eso se trata vivir, de igual manera todos en algún momento destruimos todo a nuestro paso, es como las reglas de la vida; siempre he pensado que la vida a pesar de lo aburrido que suena es como la lista de las compras de una madre, las sigues al pie de la letra, cada madre tiene prioridades diferentes y eso es lo que hace que cada vida sea diferente, cada quien lucha con demonios diferentes, cada quien sonríe por motivos diferentes, somos grandes listas de mercado.
La vida siempre está dispuesta a golpearte, a tumbarte, a enseñarte, a hacerte reír, ella no es mala ni buena, es un enigma maravilloso, es un libro en blanco esperando que empieces a escribir, a plasmar tus recuerdos para que después puedan acordarse de ti, por todo lo que hiciste o por lo que no.
A veces simplemente no sabes cuánto tiempo estarás en el suelo, cuanto estarás sufriendo, pero ahí viene lo interesante y lo que los seres humanos dejamos mayormente de lado, y es que nada es para siempre, esa palabra es muy grande y muy larga porque ni siquiera la vida misma demora tanto, todo tiene un inicio y un final, de eso se trata, es como cuentos, la vida es así, tiene partes buenas, partes malas y partes regulares, es un circulo, todo se repite, nunca se es siempre feliz, ni nunca se esta siempre triste, así que empieza por decir que siempre es una palabra muy grande.