Bloody Scarlet

Scarlet sabe desde aquel incidente que llorar no sirve para nada, por eso ,cuando la eligieron como Sacrificio no dejó caer ni una sola lágrima, tan sólo se fue a su casa y se acostó esperando al alba como verdugo. Al despertar se vistió, cogió la daga de su padre y cuando estaba en la puerta se detuvo, jamás volvería a aquella casa y, en consecuencia, quiso darse tiempo antes de cruzar el umbral. Justo cuando iba a salir se fijó en que el libro que le leía su madre cuando era chica seguía en su mesilla de noche. Con rabia y dolor Scarlet lo arrojó al fuego y salió de su casa con los ojos velados por lágrimas que ella intentaba en vano contener. Ella nunca sabría que, cuando se la llevaban al lugar del Abandono, en su chimenea ya solo quedaba una página que era lentamente consumida por las llamas y en ella todavía se podía leer "y vivieron felices para siempre"...