-Ojalá pudiera tener una maquina del tiempo -me digo a mi misma- no imagino las posibilidades de revivir buenos momentos, arreglar los malos..
-Alaia, ¿te sucede algo?-pregunta mi hermana Adasa, sacandome de mis pensamientos.
-No, lo siento, de nuevo imaginando cosas. ¿No querías ir a tomar un licuado?-pregunto-
-Si claro...-dice extrañada-
-Ya sé, ya sé, a veces dejo mi cabeza en la luna.
-Jajaja estás loca Alaia, ya vamos a por el licuado, hermanita-me dice mientras me toma por el brazo.
El contenido de esta pequeña historia está siendo editado, disculpen si encuentran pequeños horrores ortográficos o falta de signos de puntuación... Bien, además de eso, DISFRUTA!
Lady Frances Hess sabía que su estatus al ser la cuñada de lord Cholmondeley era algo que le daba ventaja en la región, por eso era tan presumida y arrogante que la mayoría de los caballeros la detestaban, lo que hacía que una propuesta matrimonial se convirtiera en una verdadera hazaña.
Robert Preston, marqués de Winchelsea, autoproclamado nómada había llegado a su próxima parada en Cheshire para conocer el condado y sus maravillas; sin embargo, acabó conociendo a la criatura más petulante de Inglaterra, aunque con un encanto que solo él podía percibir.
¿Sería posible que por fin deseara establecerse en ese condado solo para hacerle tragar su arrogancia a Frances o seguirá su camino dejando atrás a esa bella arpía?