Jinny despierta de un sueño extraño y enseguida los recuerdos vuelven a su cabeza: una tormenta nocturna, un salto al vacío desde la catedral neoyorquina de San Patricio, un policía sin brillo en los ojos, y un hombre irresistible que dice ser un ángel caído, un Egrégor, eterno rebelde que se debate, como sus hermanos ángeles, entre Dios y Satanás.
En su nueva huida de los demonios, Jinny y Jace tendrán que vérselas con amigos que no lo son, y también con enemigos que no desistirán de darles caza jamás.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.