Muchos compararían a Reiven con la luna; fría, distante, misteriosa. Y es que, cuando alguien carga con un pasado como el suyo, tiene que cerrar su corazón a los demás si no quiere ahogarse en un mar de lágrimas. En el año 2189, la humanidad descubrió el Dust, el elemento número 119 y estuvo cerca de su extinción por el Evento Génesis. 300 años después, la humanidad ha conseguido mantenerse y se recupera lentamente de las secuelas, pero tiene que vivir con los ataques de los Bhoas, criaturas nacidas del Dust que se alimentan de toda materia, viva o no. Pero existen personas capaces de plantarles cara, personas nacidas con el don o la maldición de usar el Dust que llevan dentro y luchar contra ellos. A estas personas se las llama cazadores.
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