Akira, un científico alemán destruyó las barreras de la evolución al mejorar el cuerpo de unos hombres; fuerza, velocidad e invisibilidad eran las tres variantes que tuvieron algún efecto positivo. Pero en otro intento, juntó ambas habilidades y no salió tan bien. La única manera de evitar que un mutante con poderes desconocidos arrase con todo es usar la "magia" de otro de sus inventos; un báculo con infinitas posibilidades capaces de otorgar poder ilimitado. Pero por alguna razón ese báculo acaba en formas de nuestro protagonista, sin que él lo quisiera.