Había que estar ciego para no advertirla mientras caminaba sumergida en sus pensamientos recorriendo la aldea entre el sol y la brisa, cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ella; de su inocencia y gracia. Sakura Haruno no era como todas, ella podía provocar la electricidad y emoción que tanto tiempo Itachi Uchiha guardó. Las estrellas se convertirán en su cómplice disfrutando de lo que la vida les ofrecía.All Rights Reserved