Era 2010, todo el mundo hablaba por messenger. Jamás imaginé que conocería al amor de mi vida de esa manera, con altas y bajas, el sentimiento era mutuo, y algo que jamás me esperaba, que fuera tan duradero... A pesar de la distancia. Ahí me encontraba yo, muchas noches viendo el techo esperando que llegase el día de verlo a los ojos, y demostrarle todo lo que yo sentía, ya que el sabía de cuyos sentimientos. Hasta que un día me enteré de algo horrible, pensé que ahí moriría todo lo que sentía, pero tiempo después me di cuenta que solo lo había superado.