Mirar lo que hacían los humanos era mi pasatiempo favorito, me encantaban sus formas de interactuar, jugar y caerse. Como los niños reían y lloraban, mientras que sus padres los regañaban o mimaban. Amaba esos sentimientos humanos.
-Miyuki, hay un señor que te llama-dijo un niño de cabello morado y con ojos de color naranja
-Gracias por avisarme-le dije con una sonrisa con un toque de tristeza-¿Donde está el señor?
Él me indicó la dirección y luego se despidió, sin antes caerse y sonrojarse por la caída.
El señor me miró, como examinándome, para luego sonreír.
-Niña, me han dicho que te gusta ver a los humanos-
Yo sólo asentí con la mirada aun fija en las personas curiosas de abajo
-¿Cuantos años tienes?-
-Tengo 5 años-Recien voltee a mirarlo con un poco de curiosidad, quería saber a que quería llegar hablándome
-¿Te gustaría ir a la tierra?-dijo el señor sonriendo y yo asentí emocionada, al fin dejaría este lugar con tan malos recuerdos.
-Bueno, irás a la tierra, tendrás una madre y dos hermanos, sólo debes cruzar este túnel-dijo el señor mientras chasqueaba sus dedos y aparecía un túnel subterráneo
Yo lo mire y susurre un gracias, camine sin miedo en dirección hacia el túnel, sabía que cualquier cosa era mejor que estar en ese lugar, lo crucé y aparecí al frente de una casa muy acogedora...
(Fanfic Kwon Jae-sung)
𝐏𝐨𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚𝐧̃𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧, 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. 𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐝𝐮𝐫𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐚𝐦𝐨𝐬, 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐫. 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐨𝐫𝐨𝐧𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨, 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐢𝐦𝐛𝐨𝐫𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚.
- 𝐄𝐝𝐰𝐢𝐧 𝐕𝐞𝐫𝐠𝐚𝐫𝐚 -
Los personajes de Cobra Kai no me pertenecen. El único que es de mi autoría es Park Min-ji y su padre.