Y esta era la cruda realidad, una pesadilla, una tragedia.
Yo también pensé que un apocalipsis zombie no era cierto, que solo era ficción, me equivoque al igual que todas las personas.
Todo comenzó un 8 de abril, cuando mi padre entró a la casa gritando como loco que debíamos refugiarnos. Mi madre no le hizo caso y se quedó en la ciudad, asi es como la perdimos.
Me encontraba en una pequeña granja alejada de la ciudad con mi padre, mi hermano, Caleb, y un numeroso grupo de personas.
Mi padre trabajaba de abogado, y a mi hermano se le da muy bien la jardinería, así que se dedica a sembrar y cosechar plantas y frutos.
La granja era de un cliente de mi padre, Richar, que lamentablemente falleció. Su hijo se llama Peter, creo que me gusta, pero en estas circunstancias no tengo tiempo para andar pensando en el amor.